En el medio Latinoamericano, asociamos a la palabra “Improvisación” como una reacción negativa ante la falta de preparación. Aún insinuar que si las circunstancias lo demandan, tendremos que “improvisar” puede meternos en problemas y ganarnos miradas incrédulas o de sarcasmo. La realidad es que la capacidad de Improvisar se puede entrenar, y hoy en día organizaciones visionarias incorporan dentro de sus programas de formación de talento y mandos gerenciales un entrenamiento vivencial que además de ofrecer una preparación para actuar con determinación e inteligencia ante lo imprevisto, desarrolla adicionalmente una serie de habilidades clave para todo Líder.
La Improvisación Aplicada utiliza los principios, herramientas, prácticas, habilidades y mentalidades desarrolladas en el teatro de Improvisación y otras modalidades artísticas, poniéndolas al alcance de individuos y organizaciones. A través de ejercicios y actividades lúdicas donde se enfatiza la interacción y el comportamiento humano, se facilita la integración de dichos principios; herramientas etc. en la vida profesional de los participantes y en la Cultura de las organizaciones a las que pertenecen. La comunicación, la adaptación a los cambios, el trabajo en equipo, la creatividad, la negociación, y la respuesta ante lo imprevisto son algunas de las áreas que se benefician del aprendizaje de los métodos de la Impro Aplicada.
El espectro de influencia de la improvisación es tan amplio como tu capacidad de aprendizaje lo permita. En realidad a mí no me costó ser permeable a sus enseñanzas y por ello obtuve, y sigo obteniendo, muchos beneficios en mi carrera profesional como abogado y empresario. Descubrir el efecto de la improvisación más allá de las artes escénicas me abrió un mundo de experiencias y de reflexiones que se concretan en mi práctica profesional. Gracias a la Improvisación Aplicada he podido desarrollar y potenciar mis habilidades humanas, denominadas habilidades transversales o blandas. El adjetivo “blandas” alude a la flexibilidad y a la capacidad de adaptación al cambio (como aquella enseñanza sobre la violenta tormenta que arrasa con todo menos con el bambú, debido a su capacidad de flexibilidad y resiliencia), características que encontramos arraigadas a la evolución, así que no debemos confundir “blandas” con “poco serias” o “sin rigor”.
A diferencia de las “habilidades técnicas”, relacionadas con el conocimiento académico adquirido durante el proceso formativo formal, dentro de las habilidades humanas encontramos aspectos que normalmente son imposibles de aprender solamente leyendo libros: la capacidad de trabajar en equipo, pensamiento crítico, adaptación al cambio, empatía, liderazgo, creatividad, comunicación, responsabilidad, honestidad, compromiso, actitud proactiva a la hora de resolver problemas y un largo etcétera. Todas ellas son, sin duda, habilidades esenciales para desenvolvernos mejor en sociedad. Desde luego a mí me han ayudado mucho, tanto que ahora dedico gran parte de mi tiempo a expandir estos conocimientos allá donde son requeridos.
En mi caso particular, por poner un ejemplo del ámbito laboral, desde que entreno la improvisación, cuando ejerzo como abogado (lo cual sucede diariamente), noto claramente que he adquirido otra capacidad de atención mucho mayor. Soy mucho más empático, resolutivo e imaginativo. Cuando, por ejemplo, en los juicios l aparte contraria me aporta pruebas nuevas que debo valorar en ese instante, casi sin capacidad de reacción, descubro que me encuentro cómodo generando de la nada alegaciones coherentes con mi objetivo, lo cual supone que me siento calmado y confiado y, de esta forma, consigo desenvolverme mucho mejor ante las situaciones que no controlo o no dependen de mí.
Así que aún a día de hoy, y después de muchos años de experiencia, el concebir a toda interacción como una Impro, me sigue ofreciendo ese entrenamiento que considero necesario. Sus distintas técnicas y ejercicios me han enriquecido como persona y, por ende, también como profesional.
Debo hacer una mención especial al hecho de que disfruto muchísimo de la metodología de la Impro Aplicada pues no sólo es distinta a lo que ya conocía, sino que es dinámica y, además, lúdica, sin perder de vista jamás que detrás hay mucho conocimiento que me resulta sencillo de asimilar sin necesidad de libros, notas o apuntes, y que, por fin, me resulta fácilmente asimilable.
Son los Líderes de Talento y quienes promueven a la Innovación como un valor corporativo central, los llamados a incorporar este tipo de propuestas de formación dentro de sus organizaciones. Además de su efectividad, el utilizar un enfoque distinto y divertido para potenciar fortalezas y atacar problemas como la falta de colaboración o de creatividad, genera mayor receptividad y asimilación de los aprendizajes, algo difícil de lograr con una conferencia o charla en tiempos donde nos hemos convertido en consumidores de contenido, y donde nuestra acción y capacidad de proponer se ha visto debilitada.
Si buscas una forma de llegar a las mentes y corazones de tus colaboradores, para desarrollar sus capacidades, y generar una Cultura donde la exploración y la confianza sean razgos distintivos, te invito a experimentar la Impro Aplicada!